Para muchas mujeres conservadoras, que aún no han aprendido a diferenciar entre un término y otro, cuando hacen referencia a una relación íntima con su pareja dicen “hacer el amor”, pero no aclaran si en esa relación coital existe pasión, amor, entrega, deseo, orgasmo, etc. simplemente lo relacionan a una relación casi obligada con el esposo, conviviente, amante, saliente o como le quieran llamar.

Por supuesto no hay excepción y no solo es cuestión de mujeres, los hombres también experimentan esta situación, pero, aparentemente en los hombres hay una especie de placer espontaneo- explosivo por su naturaleza  machista. Lógicamente, no en todos, pero si en su gran mayoría que instintivamente solo buscan placer.

Para algunos expertos. Muchas veces, cuando tenemos sexo buscamos hacerlo rápidamente y conseguir nuestro objetivo. En cambio, cuando hacemos el amor queremos que el placer dure lo máximo posible, por lo que se convierte en un acto de sensualidad más que de sexualidad.

Entonces, se puede decir que viene a ser lo mismo ¿hacer el amor y tener sexo?… para algunos es lo mismo, para otros no. Hay gente que solo dice tener sexo, otros que solo hacen el amor. Unos pocos consideran que se pueden hacer las dos cosas al mismo tiempo.

Sin embargo, hay algunas diferencias  entre tener sexo o hacer el amor: porque también tiene que ver con conocerse el uno al otro. La primera vez que estás con alguien puede ser un poco difícil, ya que hace falta tiempo para que se conozcan el uno al otro. Si estamos enamorados de esa persona, buscamos sus puntos de placer, hacer que se sienta cómodo e intentar cuidar de esa persona. Se dice que en este caso particular, son las mujeres las más dedicadas.

Lo otro es, cuando solo buscamos nuestro propio placer, y eventualmente nos decimos “amigos con derecho” .Cuando estamos en una relación de amigos con derecho, la delgada línea que separa al placer del amor es complicada. ¿En qué momento querer a alguien como amigo, además de atraerte físicamente y tener sexo juntos no te hace pensar que podríamos estar frente a una relación de amor, pasión y entrega.

Es muy difícil mantener una relación puramente sexual a largo plazo. Quienes han experimentado esa situación, aseguran que la rutina de la convivencia se torna muchas veces insostenible y es que para que pueda ser duradera en el tiempo no es solo cuestión de sexo, sino también de amor y de gustarse el uno del otro.

En este gustarse el uno al otro, el desearse eventualmente;  tiene que ver con la práctica del “juego previo”, que en muchos casos; suele escasear a la hora de tener sexo. También es cierto que el juego previo no solamente es algo sexual, sino que va desde el momento en que dos personas tienen química, se enamoran, buscan tiempo para estar juntos.